lunes, 29 de julio de 2019

¿Dialogar para vencer o convencer?



Por Miguel Pérez Abad 

Los diálogos, negociaciones y acuerdos entre los actores económicos, políticos y sociales deben apuntar -de forma ideal- a la obtención de resultados sostenibles en el tiempo. Los logros de corto plazo son , por lo general: “pan hoy, hambre mañana”.

En el contexto actual venezolano, consolidar un esecenario de paz y estabilidad política dependerá más de la conciliación y persuación que de las imposiciones. ¿Vencer o convencer?. Convencer es la clave. Cuando hay vencidos, siempre habrá el deseo de revancha, lo que pone en riesgo la sostenibilidad de cualquier acuerdo alcanzado mediante el diálogo y la negociación.

A continuación, comparto algunas consideraciones tomadas de diversas fuentes académicas y otras documentadas por experiencia propia, que pueden favorecer el proceso de diálogo iniciado en Venezuela por el Gobierno nacional y los representantes de la oposición bajo el auspicio del gobierno de Noruega:

1.- El diálogo debe ser un mecanismo permanente para dirimir diferencias. Debe ser un método institucionalizado, no circunstancial.

2.- Los resultados del diálogo deben ser progresivos. Se debe comenzar con consensos mínimos para luego evolucionar hacia consensos más complejos. 

3.- Los logros deben focalizarse más en la calidad y sostenibilidad que en la inmediatez. Deben diferirse las recompensas inmediatas a favor de soluciones estructurales que –aunque puedan tomar mas tiempo-, sean soluciones reales. Evitar negociadores iluminados que nos vendan soluciones mágicas así no tengan sustento.

4.- Sustraer algunos temas o puntos álgidos del debate público en la prensa, de las llamadas guerras declarativas. Un estudio de la ONG Internacional Search for Common Ground, arrojó que 71% de los encuestados considera que los medios de comunicación fomentan la confrontación durante un conflicto, mientras que solo 13% consideró que favorece la desescalada. Lo más interesante de este estudio realizado en 2003 es que los encuestados fueron periodistas y editores de medios.

 5.- Celebrar las pequeñas victorias, para motivar la continuación hacia metas superiores.

6.- Aceptar y comprender que lo que yo sé y lo que yo pienso no es lo único que existe. 

7.- Practicar la empatía, variar el ángulo de abordaje de un mismo tema. 

8.- Aceptar las diferencias. En un mundo diverso, cada persona aporta algo, cada cultura enriquece el proyecto de la humanidad. La diversidad es la esencia de las especie humana, es un gran valor, puedes aprender de lo que es diferente.

9.- Crear valor. De acuerdo a la descripción de David Lax y James Sebenius, profesores de la Universidad de Harvard, cuando se crea valor en las negociaciones se alcanzan acuerdos que proporcionan ganancias considerables a cada una de las partes. Dicho en otros términos, desde la perspectiva de la teoría de juegos, las negociaciones exitosas tienden más a “juegos de colaboración” que a “juegos de suma-cero” (aquellos en los que la ganancia alcanzada por un actor equivale a la pérdida obtenida por la contraparte).